sábado, 26 de marzo de 2011

Olvidalas!!

SIEMPRE EXISTE UN DONDE EN ALGÚN LUGAR.
 
Cierrando circulos y  sacudiendo todo aquello que nos estanca.
 
Las resacas que dejaron las tormentas de este año...
¡Olvídalas!

Los pasos tambaleantes, los pasos retrasados, los pasos hacia atrás...
¡Olvídalos!
 
Las veces que pasaste ignorado, inadvertido, lastimado...
¡Olvídalas!

Los sueños consumidos, las ilusiones hechas cenizas, los intentos hechos polvo y el amor hecho recuerdo...
¡Olvídalos!

Las veces que latió tu corazón y nadie se dio cuenta, que quisiste hacer y no te dejaron, que abriste los ojos y te cerraron los párpados...
¡Olvídalas!

Las estrellas apagadas, los días opacos, el tiempo en blanco, la luna dividida y las horas de cerrazón... ¡Olvídalas!

El manto de insignificancia, de masa, de anonimato... de rutina...
¡Olvídalo!

Las espinas largas y hondas, los secretos angustiosos y tristes, las piedras altas e insalvables. ..
¡Olvídalas!

Las semillas que se te quedaron dormidas, los vuelos que se te quedaron a ras de tierra, las rosas que se secaron antes de tiempo...
¡Olvídalas!

La cáscara de la semilla, el lucimiento de la vanidad, la máscara del hombre y el ropaje de la verdad...
¡Olvídalo!

No vivas hacia atrás.
No comiences recargado de sombras.
No des la espalda a la luz.
No te reflejes en lo que pasaste.
No te aferres al mismo punto de partida.
Párate en la proa de tu barco, levanta de nuevo las velas, mira hacia lo largo y lo ancho del mar... cuando te convenzas de su inmensidad encontrarás otro camino y, cuando mires al cielo parecerás gaviota que apartándose de todo encuentra el camino.
Con el pasado aprendes, con el presente renaces y con el futuro sueñas. Vivir empezando, es la forma de llegar.
Lo demás...
¡Olvídalo!

©autor:Zenaida Bacardí de Argamasilla

¡Jamás Permitas!

Jamás permitas que algún hombre te esclavice, tú naciste para amar y no para ser esclava.

 
Jamás permitas que tu corazón sufra en nombre del amor, amar es un acto de felicidad, ¿porqué sufrir?.

Jamás permitas que tus ojos derramen lágrimas por alguien que nunca te hará reír.
Jamás permitas que tu cuerpo sea usado, sabes que tu cuerpo es la morada del espíritu, entonces, ¡mantenlo apreciado!.

Jamás permitas quedarte horas esperando por alguien que nunca vendrá, ¡así te lo tenga prometido!.
Jamás permitas que tu nombre sea pronunciado en vano por un hombre, ¡que ni se sabe si tiene nombre!.

Jamás permitas que tu tiempo sea desperdiciado por alguien que nunca tendrá tiempo para ti.
Jamás permitas escuchar gritos en tus oídos, ¡el amor es el único que puede hablar más alto!.

Jamás permitas que pasiones desenfrenadas te saquen de un mundo real para otro que nunca existió.

Jamás permitas que los otros sueños se mezclen a los tuyos haciéndolos girar en una gran pesadilla.

Jamás confíes que alguien pueda volver, ¡cuando nunca estuvo presente!.

Jamás permitas prestar tu útero para engendrar un hijo que nunca tendrá un padre.

Jamás permitas vivir en la dependencia de un hombre haciendo creer que tú naciste inválida.

Jamás permitas que quedes linda y maravillosa, ¡para esperar a un hombre que no tiene ojos para admirarte!.

Jamás permitas que tus pies caminen en dirección de un hombre, ¡que sólo vive huyendo de ti!.

Jamás permitas que el dolor, que la tristeza, que la soledad, que el odio, que el resentimiento, que los celos, que el rencor y todo que pueda sacar el brillo de tus ojos; haciendo debilitar la fuerza que existe dentro de ti.
Jamás te permitas perder tu dignidad de ser... ¡Mujer!.

"Hombre... cuídate mucho de hacer llorar a una mujer, pues, ¡Dios cuenta sus lágrimas!.

La mujer salió de tu costilla, no de tus pies para ser pisoteada, ni de tu cabeza para ser superior; sino del lado para ser igual... Debajo de tu brazo para ser protegida y al lado de tu corazón para ser amada."...


Cerrando Circulos - Paulo Coelho


Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida.
Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo.

Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó tu trabajo?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassete y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.

En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó.. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú.
Suelta el resentimiento.

El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.
¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?),
¿Necesidad de aclaraciones? , ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos.

Dite a ti mismo que no, que no vuelven.

Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año.
Por lo tanto, no hay nada a qué volver.

Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!

No me arrepiento



No me arrepiento de haberte conocido y

haber pasado momentos maravillosos junto a tí

No me arrepiento de estarme conociendo y

de saber lo que soy capaz de hacer sin tí

No me arrepiento de lo que sufrí junto a tí,

porque aprendi a superar contigo esos momentos

No me arrepiento de lo que sufro sin tí,

porque estoy aprendiendo a superarme en éstos momentos

No me arrepiento de la última oportunidad que te dí ,

aunque tu no la hayas aprovechado

No me arrepiento de la oportunidad que me doy sin tí,

por el contrario la estoy aprovechando

No me arrepiento de lo feliz que fuí junto a tí,

mucho menos de lo feliz que soy hoy sin tí.

viernes, 4 de marzo de 2011

Necesito tu amor ¿es verdad?


“Hasta que no puedas estar contenta de que él se haya ido, por su bien (que es por tu bien) tu trabajo no ha terminado. Haz el trabajo en esas proyecciones que son tan poderosas. Tú eres tu propia libertad. Mira lo que has vivido con él, y lo que has hecho para asegurarte de que él crea que eres “la persona”. Has perdido tu vida; piensas que no tienes vida sin él. Es bueno que él se haya ido, para que puedas ver quién eres en realidad.”

Byron Katie.